Las cabras y los chivos (Fabula)

Desde antaño en el mundoReina el vano deseo De parecer igualesA los grandes señores los plebeyos. Las Cabras alcanzaronQue Júpiter excelso Les diese barba larga Para su autoridad y su respeto. Indignados los ChivosDe que su privilegioSe extendiese a las Cabras,Lampiñas con razón en aquel tiempo, Sucedió la discordiaY los amargos celos A la paz octaviana Con que fue gobernado el barbón pueblo. Júpiter dijo entonces,Acudiendo al remedio:«¿Qué importa que las Cabras Disfruten un adorno propio vuestro Si es mayor ignominiaDe su vano deseo, Siempre que no igualaren En fuerzas y valor a vuestro cuerpo?» El mérito aparenteEs digno de desprecio; La virtud solamenteEs del hombre el ornato verdadero.

Félix Samaniego