El gusano de seda y la araña (Fabula)

Trabajando un gusano su capullo,

la araña, que tejía a toda prisa,
de esta suerte le habló con falsa risa,
muy propia de su orgullo:
«¿Qué dice de mi tela el señor gusano?
Esta mañana la empecé temprano,
y ya estará acabada a mediodía.
¡Mire qué sutil es, mire qué bella!...»

El gusano, con sorna, respondía:
«¡Usted tiene razón; así sale ella!»

Se ha de considerar la calidad de la obra,
y no el tiempo que se ha tardado en hacerla.


Tomás de Iriarte