Ésta es la historia de un grillito inquieto que le decían "Pepe". A este grillito le gustaba pasear de jardín en jardín, hacerle cosquillitas a las margaritas, a las violetas y jugar a las escondidas con las mariposas. Cuando se cansaba de un lugar, buscaba su mochila y se iba de paseo saltando y cantando crii-criiiii-cri (con tonada cordobeza pero argentina); fue así como visitó muchos barrios de la ciudad de Córdoba, barrio Alberdi, barrio Maipu, barrio Crisol, hasta que llegó a barrio Guemes a la mismísima "caniada" y, como era aventurero penso: !qué lindo sería hacer una travesía por el agua ! - y comenzó a buscar elementos para hacer una balsa.
Encontró dos corchos y una enorme hoja de gomero. Cuando estaba en plena tarea, muy concentrado no se dio cuenta que tenía un espectador: era la hormiga " Juana ", que lo miraba y lo miraba pensando ¿ qué estará haciendo este grillito? Hasta que no aguantó más y le preguntó. -Estoy haciendo una balsa para mi nueva aventura por la canada- respondio el grillito- ¿ quieres acompañarme ? Viajo solo-. Muy contenta la hormiguita busco su mochilita y se preparo para realizar la fantástica hazaña. Cuando estubo todo listo, empujaron la balsa al agua, subieron a la misma y comenzó el viaje.
Durante el trayecto los viajeros tuvieron varios obstáculos como troncos, botellas ( quizás con algun mensaje dentro), grandes cascadas (que la gente llama desagües) hacían temblar la embarcación. Una vez que superaron todas las dificultades y disfrutaban del paseo muy tranquilamente escucharon un ¡Hey! ¿ adonde van en eso?, era la langosta "Titina" a la que no le gustaba perderse de nada, y antes de que le respondieran ya había dado un gran salto haciendo caer al grillito y a la hormiguita al agua y, como no sabían nadar el peligro los acechaba; pero tuvieron tanta suerte que fueron rescatados por un grupo de chicos de un jardín de infantes que estaban realizando una excursión.
Ahora el grillito "Pepe", la hormiga "Juana" y "Titina" la langosta, viven en una casa transparente rodeados de caracoles, piedritas y semillitas en la sala del jardín , en el rincon de ciencias. Y colorín colorado este cuento se ha terminado.
Carmen Valentina Rojas