Desde antaño en el mundoReina el vano deseo De parecer igualesA los grandes señores los plebeyos. Las Cabras alcanzaronQue Júpiter excelso Les diese barba larga Para su autoridad y su respeto. Indignados los ChivosDe que su privilegioSe extendiese a las Cabras,Lampiñas con razón en aquel tiempo, Sucedió la discordiaY los amargos celos A la paz octaviana Con que fue gobernado el barbón pueblo. Júpiter dijo entonces,Acudiendo al remedio:«¿Qué importa que las Cabras Disfruten un adorno propio vuestro Si es mayor ignominiaDe su vano deseo, Siempre que no igualaren En fuerzas y valor a vuestro cuerpo?» El mérito aparenteEs digno de desprecio; La virtud solamenteEs del hombre el ornato verdadero.